SOLIDARIDAD es una federación sindical polaca autónoma e
independiente, fundada en septiembre del año 1980 y dirigida por Lech Wałęsa.
De raíces cristianas, nació de las luchas obreras y campesinas por la libertad
sindical, entendiendo ésta como el poder constituir organizaciones
independientes al Partido Obrero Unificado Polaco, que gobernaba el país, y en
contra del gobierno de la República Popular de Polonia.1
Esta organización, que acabó
convirtiéndose en partido político y su líder, Lech Wałęsa, llegó a la
presidencia del gobierno polaco, fue apoyada por los gobiernos conservadores de
Estados Unidos (bajo la presidencia de Ronald Reagan) y Gran Bretaña (bajo la
presidencia de Margaret Thatcher). La iglesia católica participó activamente en
la organización del sindicato en la línea política y social que el mismo
defendía; el polaco Karol Wojtyla, conocido como el papa Juan Pablo II desde
1978, tuvo un papel relevante en esos hechos.
La historia de SOLIDARIDAD, como sindicato no
gubernamental polaco, comienza en agosto de 1980 en los astilleros de Gdańsk,
donde Lech Wałęsa junto a otros obreros fundaron el sindicato clandestino
Solidaridad cuya principal demanda era la constitución de sindicatos autónomos
del partido y del gobierno (como existían desde mucho atrás en Yugoslavia e
intentaron hacer en 1968 en Checoslovaquia, durante la Primavera de Praga). A
principios de los años 1980, Solidaridad se convirtió en el primer sindicato independiente
en un país del bloque soviético y dio lugar a un movimiento social
anticomunista y no violento, que en su mayor auge unió a aproximadamente a 10
millones de miembros y contribuyó enormemente a la caída del comunismo en
Europa del este.
El sindicato SOLIDARIDAD se caracterizó por la gran militancia obrera católica y
por su tenaz lucha contra el gobierno comunista. La Iglesia católica,
encabezada por el papa Juan Pablo II, comprendió a su vez las posibilidades que
se abrían para acabar con el gobierno.
Convocado su primer congreso, con
tolerancia gubernamental, en que dominaría la agenda sindical el sector
pro-católico. Se paralizaron todas las cuencas mineras y se encerraron sus
principales dirigentes en las minas de carbón, con miras a llamar la atención
sobre el congreso. Antes del fin de 1981 Solidaridad tenía nueve millones de
miembros.
El 2 de julio de 1980 el gobierno
polaco anunció aumentos masivos de los precios de los productos alimentarios,
lo cual provocó un estallido de huelgas. La de los ferroviarios de Lublin,
estratégico nudo ferroviario en la ruta a la Unión Soviética, preocupaba
especialmente a Breznev que convoca a Gierek interrumpiendo sus vacaciones en
Crimea exigiéndole soluciones. El Ministro de Defensa Wojciech Jaruzelski no
considera conveniente el empleo del ejército y aconseja dejar pasar el tiempo
El 13 de diciembre de 1981, el
Presidente del gobierno, el Mariscal Wojciech Jaruzelski declaró la ley marcial
y encarceló a la mayoría de los dirigentes de Solidaridad, que fue prohibido de
nuevo el 8 de octubre de 1982.
Levantada formalmente en julio de
1983. Solidaridad persistió solamente como organización clandestina. A finales
de los años 80, Solidaridad era suficientemente fuerte para frustrar las
tentativas reformistas de Jaruzelski: las huelgas a nivel nacional en 1988
forzaron al Gobierno a negociar con Solidaridad, que dejó de presentarse como
sindicato para hacer públicas sus pretensiones como partido político,
especialmente de elecciones libres. En un exceso de confianza, estimulado por
Gorbachov, que pretendía experimentar con las posibilidades, el gobierno cedió,
perdiendo las elecciones.
Lech Wałęsa estuvo un mandato en
el gobierno. Aún existe un sindicato que se continúa denominando Solidaridad,
que cuenta en la actualidad con 1,5 millones de afiliados
LECH WALESA EN UN DESFILE
DEL SINDICATO SOLIDARIDAD
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