jueves, 12 de marzo de 2015

CONFLICTOS EN ÀFRICA Y ASIA

En África la situación es muy especial. Por encima del estado, algo de reciente creación, existen otros vínculos más fuertes: la pertenencia a clanes, tribus o etnias. Por otro lado las fronteras de los nuevos países descolonizados son totalmente artificiales y bajo un mismo estado conviven pueblos que se odian desde hace siglos. Además Francia y Estados Unidos juegan un papel relevante en la zona, disputándose zonas de influencia y apoyando a unos pueblos contra otros. Podemos poner muchos ejemplos de guerras africanas: la secular guerra del Congo (antiguo Zaire); la de Sierra Leona; la de Somalia, país en guerra desde hace decenios; la de Eritrea que se independizó de Etiopía; la de Sudán; la de Angola que duró veinte años; la de Mozambique que duró catorce… pero de todas ellas la más grave por dimensiones y crueldad fue la de Ruanda, paradigma o ejemplo de un conflicto africano.

LA GUERRA DE RUANDA. Existen en esa zona (en torno a los Grandes Lagos africanos), dos grupos étnicos tradicionalmente rivales: los tutsis que han sido siempre ganaderos y los hutus que se han dedicado a la agricultura. En Ruanda los radicales hutus en el poder exterminaron en 1994 a cientos de miles de tutsis y hutus moderados. La guerrilla tutsi del Frente Patriótico Ruandés derrotó a los hutus, y buena parte de ellos tuvo que huir a los países vecinos. Fue tal el número de muertos que se considera uno de los últimos episodios de genocidio del siglo XX.

UN CONFLICTO ETERNO: ISRAELÍES Y PALESTINOS ENTRE DOS MILENIOS.



Tras cuatro guerras directas entre israelíes y palestinos (árabes) se inició en 1987 una nueva forma de conflicto: la primera intifada o enfrentamiento entre los palestinos sometidos que lanzaban piedras al ejército israelí en los territorios ocupados (Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este). La desigualdad del enfrentamiento más la presión norteamericana desembocaron en una negociación entre las dos partes que se inició en Madrid en 1991 y culminó en Oslo en 1993. Según estos acuerdos la OLP (Organización para la liberación de Palestina) de Yassir Arafat reconocía al Estado de Israel a cambio de una autonomía provisional de parte de los territorios árabes ocupados que serían gobernados por la Autoridad Palestina como paso previo para llegar a un acuerdo final que albergase la existencia de dos estados independientes. La tensión, sin embargo, no ha desaparecido, en el lado israelí fue asesinado Isaac Rabin, autor del acuerdo, en el lado palestino la lentitud de la entrega de territorios más los obstáculos israelíes disparan el radicalismo de movimientos como Hamás que nunca apoyaron los acuerdos de Oslo. Llegar al último paso entraña dificultades y discusiones sobre las que es difícil llegar a acuerdos: cuáles son las fronteras definitivas, qué pasa con los colonos judíos en las zonas ocupadas, cuál es el papel de Jerusalén, ciudad reclamada por las dos partes como capital irrenunciable de su Estado…En el año 2000 el movimiento palestino se radicalizó y de tirar piedras se pasó a perpetrar sangrientos atentados contra objetivos civiles; del lado judío las represalias son cada vez más sangrientas y se decidió construir un muro hermético que aislara a los palestinos y que sirviera para evitar los atentados terroristas y que dividía todavía más el territorio palestino. En la actualidad la situación está estancada y las dos partes reaccionan de cuando en cuando con una violencia cada vez más enconada, los moderados de ambos lados se ven desbordados y lejos queda ya un posible entendimiento, a pesar de los intentos de la comunidad internacional que impuso la llamada Hoja de Ruta para poner fin al conflicto, pero que, de hecho, no ha conseguido nada.

UNA NACIÓN SIN ESTADO: EL KURDISTÁN.


El Kurdistán es una región sin acceso al mar situada en Asia Menor, al norte de Oriente Medio y al sur de la Transcaucasia. Históricamente reclamado por el pueblo kurdo, la etnia sin Estado que lo habita, su territorio se encuentra actualmente repartido entre cuatro Estados: Turquía, Irak, Irán y Siria, a los cuales hay que añadir un pequeño enclave en Armenia.
Los kurdos constituyen una nación de unos 35 millones de personas repartida entre Turquía, Irak, Irán, Siria y Armenia. Son de origen indoeuropeo y hablan una lengua emparentada con el persa. Desde el punto de vista religioso son musulmanes sunnitas. Desde tiempos inmemoriales aspiran a crear un estado independiente, y a punto estuvieron de lograrlo tras la derrota turca en la IGuerra Mundial, el tratado de Sevres reconocía ese derecho, pero la reacción de Turquía lo impidió. La mitad, en torno a 19 millones de personas, vive en Turquía donde han formado partidos que combaten al ejército turco que les ataca sin contemplaciones, no dudando en atacar sus bases en el Kurdistán irakí. En Irak fueron reprimidos durante el gobierno de Saddam Hussein de manera sangrienta, hoy en día gozan de un alto grado de autonomía en su zona de control. En Irán se encuentran acallados por el régimen chiíta de los ayatolás. El problema kurdo es una fuente de inestabilidad y tensión en la zona.

PRIMAVERA ÁRABE DE 2011.


Con el nombre de Primavera árabe se conoce a la sucesión de movimientos populares de rebeldía contra regímenes autoritarios establecidos en los Estados árabes, desde Marruecos hasta
Oriente Próximo. En la raíz de estos movimientos parecen encontrarse motivos económicos (carestía, escasez, desempleo, desesperanza) y políticos (rechazo a regímenes corruptos y autoritarios que reservan los principales puestos gubernamentales a una casta reducida que se aprovecha y lucra de los fondos públicos). Según el tipo de movimiento y su resultado podemos clasificarlos en varias clases. En primer lugar estarían las revueltas que acaban con el poder establecido tras unos días de forcejeo, aquí estaría el caso tunecino, donde se inició el fenómeno, y Egipto, en los dos casos derrocan a dictadoresperpetuados en el poder con aparente legitimidad democrática. El segundo caso serían las revueltas populares que encuentran una dura reacción por parte del aparato represor del Gobierno, desembocando en guerras civiles. Sería el caso de Libia y la todavía guerra civil inacabada de Siria. No faltan tampoco ejemplos de revueltas aplastadas desde sus inicios, el caso típico es el emirato de Bahrein en el golfo Pérsico. Por último, en muchos casos los gobiernos se adelantan y aprueban medidas democráticas para frenar las insurrecciones: Marruecos, Arabia, Jordania serían los casos más típicos.

LOS CONFLICTOS OLVIDADOS.
Con ese nombre nos referimos a una gran cantidad de conflictos de todo tipo que siguen activos pero que no son noticia, se calcula que hay en torno a una veintena en la actualidad. Unos conflictos están activos, otros en vías de solución y otros en un impasse de espera.
En el Sahara Occidental se vive pendiente de un referéndum desde 1975, año en que España entregó el territorio a Marruecos y Mauritania, faltando a la promesa dada a los saharauis, miles de ellos viven en el desierto argelino un exilio cuyo fin no acaba de llegar.
En Sri Lanka (antigua Ceilán) la guerrilla tamil del norte ha mantenido una guerra contra la mayoría cingalesa que ha dejado más de 70.000 muertos, el conflicto se dio por terminado el 20 de mayo de 2009 al ser cercado y derrotado el último bastión tamil en el norte de la isla. Es de los pocos conflictos a los que se llega a un final definitivo tras años de enfrentamientos.
Sudán, uno de los países más pobres de África, aparece en las noticias de cuando en cuando por la catástrofe humanitaria en la zona de Darfur. Aquí se enfrenta un gobierno islamista con los habitantes del sur que son cristianos y animistas. El acuerdo entre las partes posibilitó la independencia del sur y surgió el país más joven del planeta: Sudán del Sur.
Un capítulo aparte sería hablar de la financiación de estas guerras que en tiempos de la Guerra Fría eran pagadas por las superpotencias y sus aliados, ahora las fuentes de financiación han cambiado y el narcotráfico, el comercio de diamantes o el control de los recursos prorrogan guerras interminables que bloquean el salto de esos países hacia el desarrollo. En todo caso las armas que se usan son americanas, europeas y rusas y suponen un gran negocio para los países desarrollados.



EL CONFLICTO DE CHECHENIA

El territorio checheno está situado en el centro del Càucaso Norte y posee una extensión entre los 12.000 y los 13.000 kilómetros cuadrados.

Chechenia declaró su independencia en noviembre de 1991, pero Boris Yeltsin esperó hasta 1994 para enviar tropas y restaurar la autoridad de Moscú. En Chechenia hay decenas de miles de soldados rusos. La primera guerra en la república separatista terminó en 1996, con una derrota humillante del ejército ruso.
En octubre de 1999, el primer ministro ruso Vladimir Putin reanudó la ofensiva, lanzando una "operación antiterrorista", luego de que se produjeran varios atentados en Moscú que el futuro presidente atribuyó a los chechenos.
La guerra de Chechenia: Chechenia, una región separatista  situada al norte del Cáucaso y habitada por grupos musulmanes, fue sometida en la época de los zares e incorporada en el Imperio Ruso en el siglo XIX.
Después de la Revolución rusa, Chechenia declaró la independencia, pero ésta fue reprimida. La resistencia de los chechenos continuó en la época de Stalin, que decidió deportar a todo este pueblo a Kazakístán (hoy república independiente), manteniéndolos en el exilio hasta su muerte, a mediados de la década del ‘50.
Con la disolución de la URSS, Chechenia se levantó otra vez, y los guerrilleros chechenos derrotaron en 1996 al ejército ruso, logrando la independencia de Jacto, pero fueron nuevamente sometidos. Chechenia contó con el apoyo de Turquía y Jordania, y el conflicto es comparable al de los bosnios y kosovares de Yugoslavia, es decir, el de minorías étnicas que reivindican su autonomía. Paradójicamente, los estados multiétnicos o multiculturales ya no son viables en el mundo global; por esta razón, se desmembraron la URSS y Yugoslavia.
A principios del siglo XXI, esta guerra continúa en medio de la indiferencia del planeta: con menos de un millón de habitantes, se anuncia la muerte de entre 100.000 y 300.000 personas. Grozny, la capital de Chechenia, que tiene 400.000 habitantes, está reducida a polvo. Con las palabras del filósofo francés André Glucksrnann, Grozny es Guernica (la destruida ciudad española de la Guerra Civil inmortalizada por Picasso) a la décima potencia, y el drama de Chechenia tiene la estatura de genocidio.
Sin sensibilidad por tanta gente inocente muerta, el presidente norteamericano Bush felicitó al líder soviético Putin por su “victoria” frente a los terroristas chechenos que tomaron un teatro en Moscú.
 Aslan Maskhadov fue elegido como presidente en 1997. Los rebeldes buscan la independencia de la república o por lo menos un autogobierno. Estuvieron muy cerca de conseguirlo, luego de su victoria en 1996. Con el retiro de las tropas rusas, los chechenos eligieron su propio presidente en enero de 1997, Aslan Maskhadov, un ex oficial de artillería que se convirtió en el principal comandante rebelde durante la guerra.
En el marco de las negociaciones de paz entre Grozni y Moscú, se decidió postergar por cinco años el establecimiento de un estatus político definitivo para la región. Pero Maskhadov no pudo mantener bajo control a sus comandantes más radicales y la nueva república cayó en la anarquía.
Con la muerte de Kadyrov, el gobierno de Moscú -que no parecía demasiado dispuesto a sentarse a la mesa del diálogo- ha perdido a su principal aliado en la república. El presidente Putin ha prometido "una retribución de la que no podrán escapar" los autores del atentado, pero eso, como muestra el creciente número de ataques suicidas, tampoco conllevará a la paz en la región. Putin designó al primer ministro de Chechenia, Serguéi Abramov, como presidente interino

EL CONFLICTO DE YUGOSLAVIA


Bandera oficial de la República Federativa Socialista de Yugoslavia (1945-1992)

La disolución de Yugoslavia se produjo como resultado de una serie de agitaciones políticas y conflictos durante la década de 1990. Las repúblicas constituyentes de la República Federal Socialista de Yugoslavia se separaron, después de sufrir un período de crisis política en la década de 1980 tras la muerte de Tito, pero los problemas no resueltos causaron una serie de cruentos conflictos bélicos, conocidos como guerras yugoslavas que afectaron principalmente a Croacia, Bosnia y Kosovo.
La RFS Yugoslavia era un país que ocupaba un territorio que abarcaba desde Europa Central hasta los Balcanes, con un conflicto étnico histórico. El país era una conglomeración de seis repúblicas regionales y dos provincias autónomas, que estaba dividido según las etnias y que en la década de 1990 se separó en varios países independientes. Estas ocho entidades federativas pasaron a ser seis repúblicas: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Montenegro, Serbia, y dos provincias autónomas dentro de Serbia: Kosovo y Metohija y Vojvodina. Bosnia y Herzegovina no había existido como un estado mezclado étnicamente desde 1465, y además no tenía una mayoría étnica clara, con "44 % de musulmanes, 33 % de serbios, 18 % de croatas y otras minorías".La distribución geográfica de los grupos étnicos que componían Yugoslavia representaba el hecho de que cada nación tenía una población en cada una de las seis repúblicas. Yugoslavia pasó a ser un país con siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder.
La agitación nacionalista serbia iniciada por Milosevic a finales de la décaa de 1980 es considerado la clave del inicio de la disolución de este estado. Hubo muchos detonantes, pero los principales fueron la abolición de la autonomía de Kosovo por Milosevic en 1990, y sobre todo que los serbios de la región croata de la Krajina declararan su separación de Croacia en marzo de 1991, lo que llevó a Croacia y a Eslovenia declarar unilateralmente su independencia y producir un efecto contagio en el resto de repúblicas yugoslavas. Debido al choque entre el nacionalismo serbio (Milosevic), el croata (Tudjman) y el bosnio (Izetbegović) se degeneró en una guerra muy violenta. Meses después el 15 de enero de 1992 los países europeos de la CE y la comunidad internacional reconocen la independencia de Eslovenia y Croacia, provocando el fin de Yugoslavia, aunque Serbia y Montenegro seguirán usando esta denominación (sin reconocimiento internacional) hasta el 2003.
Ya que la estructura demográfica de Bosnia comprendía una población de serbios y croatas cercana al 50 % y con ideas de independencia basadas en las etnias más que en la nación, el control del territorio volvió a abrirse a diferentes interpretaciones, y grandes zonas de Bosnia, Croacia y Serbia se denominaron como zonas en disputa. Los elementos más importantes que fomentaron la discordia fueron la formación del Reino de Yugoslavia, la guerra civil y el genocidio (véase campo de concentración de Jasenovac) llevada a cabo por el Estado Independiente de Croacia durante la Segunda Guerra Mundial, la idea de la "Gran Serbia", y las adaptaciones balcánicas del Paneslavismo.
La desintegración de Yugoslavia está claramente relacionada en el contexto del fin de la guerra fría y la disolución de otros países del bloque oriental como la disolución de Checoslovaquia y la disolución de la URSS.

DÉCADA DE 1990 Y SIGLO XXI

Después de la caída del comunismo en el bloque oriental, en cada una de las repúblicas se llevaron a cabo elecciones multipartidistas. Los problemas sin solución continuaron. En particular, Eslovenia y Croacia eligieron gobiernos orientados hacia la independencia, mientras que Serbia y Montenegro eligieron candidatos que favorecían la unidad yugoslava. En Croacia existía un apoyo creciente "por los derechos históricos y el estado croata", que tuvo como resultado que los serbios fuesen despojados de sus derechos nacionales y constitucionales, y desplazados de formar parte de la nación constituyente de Croacia a ser una minoría nacional.
En marzo de 1990, durante las manifestaciones en Split, Croacia, un joven recluta del Ejército Yugoslavo fue asesinado en el tanque de guerra, después de conducir el tanque alrededor de los manifestantes. También se efectuaron disparos en varias bases militares alrededor de la nación. En todos lados aumentó la tensión y los conflictos.
En el mismo mes, el Ejército Popular Yugoslavo (Jugoslovenska Narodna Armija, JNA) realizó un encuentro con la presidencia federal del país en un intento de convencerlos de declarar un estado de emergencia, que permitiría al ejército tomar el poder del país. Los representantes de Serbia, Montenegro, Kosovo y Metohija, y Vojvodina votaron a favor de la propuesta, mientras que todas las otras repúblicas, Croacia (Stipe Mesić), Eslovenia (Janez Drnovšek), Macedonia (Vasil Tupurkovski) y Bosnia-Herzegovina (Bogić Bogićević), votaron en contra. El empate demoró una intensificación de los conflictos, pero no por mucho tiempo.
Durante este período, varios grupos de serbios de Croacia proclamaron la emergencia de las áreas autónomas serbias en la república, comenzando con la SAO Kninska Krajina en agosto de 1990. A medida que las tiranteces fue haciéndose más fuerte, los organizadores de esta entidad orquestaron una revolución (en croata: balvan-revolucija), bloqueando varias rutas en Knin, evitando el desplazamiento libre de los turistas en Dalmacia. El gobierno croata respondió enviando equipos policiales especiales en helicópteros a la escena, pero fueron interceptados por los aviones de guerra del Ejército Popular Yugoslavo y obligados a regresar a Zagreb. SAO Kninska Krajina se expandió hasta convertirse en SAO Krajina en octubre de 1990.
Basándose en los resultados de la primera elección multipartidista, las repúblicas de Eslovenia y Croacia propusieron transformar a Yugoslavia en una federación de seis repúblicas en el otoño de 1990, pero Milošević rechazó esta propuesta y todas las similares, argumentando que al igual que los eslovenos y los croatas, los serbios también tenían el derecho de la autodeterminación.

La SAO Krajina fue declarada oficialmente como una entidad separada el 21 de diciembre de 1990 por el Consejo Nacional Serbio, liderado por Milan Babić.
En enero de 1991, Kontraobaveštajna služba (KOS, el servicio de inteligencia yugoslavo) mostró un video de una reunión secreta que, según sus declaraciones, había tenido lugar en 1990 entre el Ministro de Defensa de Croacia, Martin Špegelj, y otros dos hombres, en la cual Špegelj anunció que estaban en guerra con el ejército y les dio instrucciones sobre contrabando de armas, además de métodos de tráfico con los oficiales del Ejército Yugoslavo que estuviesen apostados en las ciudades croatas. El Ejército subsecuentemente quiso acusar a Špegelj de traición y de importación ilegal de armas, principalmente desde Hungría.
El 9 de marzo de 1991 se llevaron a cabo varias manifestaciones contra Slobodan Milošević en Belgrado, pero los policías y los militares salieron a las calles a restablecer el orden, asesinando a dos personas. A finales de marzo de 1991, el incidente en Plitvice Lakes fue uno de los primeros indicios de la guerra abierta en Croacia. El Ejército Popular Yugoslavo (JNA), cuyos oficiales superiores eran principalmente serbios, se mantuvo neutral, pero a medida que fue pasando el tiempo se fue involucrando cada vez más en las políticas del estado.
El 1 de abril de 1991, SAO Krajina declaró que se separaría de Croacia. La otra comunidad significativa dominada por los serbios en el este de Croacia anunció que también se uniría a SAO Krajina. Zagreb tenía, en ese momento, problemas relacionados con impuestos a Belgrado, y las entidades serbo-croatas decidieron, como respuesta, dejar de pagarle impuestos a Zagreb.
El 25 de junio de 1991, Eslovenia y Croacia se convirtieron en las primeras repúblicas en declarar su independencia de Yugoslavia. En Eslovenia, la Defensa Territorial Eslovena (Teritorialna obramba, una organización de militares en retiro e integrada por la reserva del JNA, es decir; paramilitar, que fue establecida en la constitución de 1974) delimitó las fronteras yugoslavas con Austria e Italia, deshaciéndose de la bandera yugoslava y enarbolando la eslovena.
Paralelamente, Milosevic y Tudjman alcanzaron el acuerdo de Karađorđevo para dividir Bosnia (en emergente independencia) entre serbios y croatas.11
Inmediatamente después de la declaración de independencia de Croacia, los serbios formaron SAO de Eslavonia Occidental y SAO de Eslavonia Occidental, Baranja y Srijem Occidental. Estas dos regiones más tarde se combinarían con SAO Krajina y formarían la República de Serb Krajina. Al día siguiente (26 de junio), el Consejo Ejecutivo Federal ordenó específicamente al ejército que se apoderase de los límites internacionalmente reconocidos de SFR Yugoslavia.
Las fuerzas del Ejército Popular Yugoslavo, establecidas en Eslovenia y Croacia, intentaron llevar a cabo la tarea durante las 48 horas siguientes. Sin embargo, debido a la información incorrecta que se les dio a sus propios conscriptos, y al hecho de que la mayoría de ellos no querían verse en una guerra en su tierra natal, las fuerzas de la Defensa Territorial Eslovena volvió a tomar la mayor parte de los territorios durante varios días con pocas pérdidas de vidas en ambos lados. Hubo un incidente de un supuesto crimen de guerra cerca de Holmec, como lo denunció el canal de televisión austríaco en un informe sobre tres soldados del Ejército Yugoslavo rindiéndose ante la Defensa Territoria, antes de escuchar una andanada de disparos y de ver a las tropas cayendo al suelo. Sin embargo, no hubo muertes en el incidente. Más tarde se acordó el cese del fuego.
Según el Acuerdo de Brioni del 7 de julio de 1991, reconocido por los representantes de todas las repúblicas, los gobiernos alrededor del mundo presionaron a Eslovenia y a Croacia para establecer una moratoria de tres meses sobre su independencia. Durante estos tres meses, el Ejército Yugoslavo completó su retirada de Eslovenia.
Sin embargo, se desató la Guerra Croata de Independencia en agosto de 1991. Los serbios por etnia habían creado su propio estado, la República de Krajina Serbia, en regiones mayormente habitadas por los serbios. Croacia, como respuesta, se había negado a reconocer tales entidades, y por lo tanto la guerra se había declarado entre la joven República de Croacia y los disidentes serbocroatas. En algunos lugares, el Ejército Yugoslavo actuó como una "zona colchón", y en otros luchó contra los serbios por estar estos en contra del nuevo ejército croata y de sus fuerzas policiales.
En septiembre de 1991, la República de Macedonia también declaró su independencia. Se enviaron quinientos soldados estadounidenses colocados bajo las órdenes de la ONU para controlar las fronteras del norte de Macedonia con la República de Serbia, Yugoslavia. Sin embargo, dado que las autoridades de Belgrado no habían intervenido para evitar la independencia de Macedonia ni había habido protestas ni actos contra la llegada de las tropas de la ONU, las indicaciones fueron destinadas a que Belgrado formase parte del nuevo país (que sería la República Federal de Yugoslavia a partir de abril de 1992), el cual reconocería a la República de Macedonia y desarrollaría relaciones diplomáticas con la misma. Así, se convirtió en la primera antigua república en obtener su soberanía sin resistencia de las autoridades yugoslavas con base en Belgrado o del Ejército. Además, el primer presidente de Macedonia, Kiro Gligorov, mantuvo buenas relaciones con Belgrado, además de las antiguas repúblicas, y hasta la fecha no hubo conflictos entre las fuerzas policiales fronterizas de Macedonia y Serbia, pese al hecho de que regiones pequeñas en tamaño como Kosovo y el valle de Preševo completan la parte norte de la región histórica conocida como Macedonia, la cual podría, por lo tanto, haber iniciado una disputa por las fronteras.
En noviembre de 1991, la Comisión de Arbitraje para la Conferencia de Paz en la antigua Yugoslavia, liderada por Robert Badinter, concluyó con el discurso de Lord Carrington de que SFR Yugoslavia estaba atravesando un período de disolución, que la población serbia en Croacia y Bosnia no tiene derecho a la autodeterminación en forma de nuevos estados, y que las fronteras entre las repúblicas deberían reconocerse como límites internacionales.
Como resultado del conflicto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó en forma unánime la Resolución 721 el día 27 de noviembre de 1991, la cual encontró una forma para establecer operaciones pacíficas en Yugoslavia.12
En Bosnia y Herzegovina en noviembre de 1991, los serbo-bosnios efectuaron un referéndum, el cual resultó en una amplia mayoría a favor de mantenerse como un estado único con Serbia y Montenegro. El 9 de enero de 1992 los serbo-bosnios proclamaron una "República separada de personas serbias de Bosnia y Herzegovina". El referéndum y la creación de las regiones autónomas serbias fueron proclamados como inconstituacionales por el gobierno de Bosnia y Herzegovina, y lo declararon ilegal e inválido. Sin embargo, entre febrero y marzo de 1992 el gobierno declaró un referéndum nacional de la independencia bosnia de Yugoslavia. Este referéndum fue declarado como contrario a BiH y a la Constitución por la corte federal y por el nuevo gobierno serbo-bosnio establecido; y fue ampliamente boicoteado por los serbo-bosnios. La cantidad de votantes fue aproximadamente del 64-67% y 98% de ellos votaron por la independencia. El gobierno de la república declaró su independencia el 5 de abril, y los serbios inmediatamente declararon su independencia de Republika Srpska. Poco después se desató la guerra en Bosnia.
La República Federal de Yugoslavia (FRY) se formó el 28 de abril de 1992 y consistió en las antiguas Repúblicas Socialistas de Serbia y Montenegro. Su gobierno reclamó continuidad al antiguo país, pero, sin embargo, la comunidad internacional se rehusó a considerarlo como tal. La idea de dicha comunidad era que Yugoslavia se disolviese formando estados separados. Esta cuestión fue importante y llevó a varios reclamos internacionales de la SFRY, incluyendo en sus embajadas en varios países. Recién en 1996 la FRY abandonó sus reclamos y aceptaron que la SFRY se había disuelto.
La guerra en las partes occidentales de la antigua Yugoslavia finalizó en 1995, con tratados de paz firmados en Dayton, Ohio, Estados Unidos, resultando en los autodenominados Acuerdos de Dayton.
En Kosovo, a lo largo de la década de 1990, el liderazgo de la población albanesa fue incoporando tácticas de resistencia no violenta para la provincia. En 1996, los albaneses radicales crearon el Ejército de Liberación de Kosovo, el cual llevó a cabo acciones con armas en la provincia serbia sureña. La respuesta yugoslava incluyó el uso indiscriminado de fuerzas contra las poblaciones civil, y causó que muchos albaneses étnicos se refugiasen en sus hogares. Después del incidente de Racak y la Conferencia de Rambouillet de principios de 1999, la cual no tuvo éxito, la OTAN procedió a bombardear Yugoslavia por más de dos meses, hasta que el gobierno de Milošević submitió sus demandas y retiró sus fuerzas de Kosovo. Desde junio de 1999, la provincia ha sido gobernada por fuerzas pacíficas de la OTAN y de Rusia (las tropas rusas se retiraron en julio de 2003)
El rechazo de Milošević ante la victoria en primera ronda de la oposición en las nuevas elecciones para la presidencia Federal en septiembre de 2000 provocaron manifestaciones masivas en Belgrado el 5 de octubre y al colapso de la autoridad del régimen. El candidato de la oposición, Vojislav Koštunica asumió la presidencia de Yugoslavia el 6 de octubre de 2000.
El sábado 31 de marzo de 2001, Milošević se rindió ante las fuerzas de seguridad de Yugoslavia en su hogar en Belgrado, después de haber sido amenazado con arrestarlo por abuso de poder y corrupción. El 28 de junio fue llevado a la frontera entre Bosnia y Yugoslavia en donde poco después pasó a estar bajo la custodia de los oficiales de SFOR, hasta ser extraditado al Tribunal de Criminales Internacionales de la Antigua Yugoslavia de las Naciones Unidas. Su juicio, en el cual debió defenderse de los cargos de genocidio en Bosnia y guerras civiles en Croacia y en Kosovo y Metohija comenzó en La Haya el 12 de febrero de 2002, y murió allí el 11 de marzo de 2006, cuando su juicio todavía estaba en curso. El 11 de abril de 2002 el Parlamento Yugoslavo aprobó una ley autorizando la extradición de todas las personas culpadas de crímenes de guerra por el Tribunal Criminal Internacional.
En marzo de 2002, los gobiernos de Serbia y Montenegro aceptaron reformar la FRY para tener una forma de cooperación nueva y mucho más débil llamada Serbia y Montenegro. Por una orden del Parlamento Federal Yugoslavo del 4 de febrero de 2003, Yugoslavia, al menos por nombre, dejó de existir. En Belgrado permaneció un gobierno federal pero asumió poderes mayormente ceremoniales. Los gobiernos individuales de Serbia y de Montenegro condujeron sus respectivas naciones casi como si fuesen independientes. Además, se establecieron límites físicos entre las fronteras de ambas repúblicas.

El 21 de mayo de 2006, el 86% de los votantes montenegrinos votaron para un referéndum especial para la independencia de Montenegro de su unión con Serbia. El 55,5% estuvo a favor de la independencia, con un reconocimiento formal de la Unión Europea. El 3 de junio de 2006, Montenegro declaró su independencia en forma oficial, con Serbia haciendo lo propio dos días después, disolviendo efectivamente los vestigios de la antigua Yugoslavia. El 17 de febrero de 2008, Kosovo declaró su independencia unilateral de Serbia, que no es reconocida por la totalidad de la comunidad internacional a la fecha, y que para garantizar su supervivencia, desde su creación ha tenido que recurrir al amparo de los cascos azules desplegados en el área desde el fin de las guerras de secesión yugoslavas.

Un mapa animado en la cual se muestra la disolución de la segunda Yugoslavia; los diferentes colores representan las áreas de control.

LA EXPERIENCIA DE RUMANIA

La Revolución rumana de 1989 se refiere a una serie de conflictos y enfrentamientos en los últimos días de diciembre de 1989. La conclusión de este episodio de la historia de Rumania supuso el final del régimen estalinista de Nicolae Ceaușescu. Los actos violentos que ocurrieron en varias localidades rumanas durante aquellos días condujeron al dictador al abandono del poder y su huida de Bucarest, en compañía de su esposa, Elena Ceaușescu. Capturados en Târgovişte, fueron enjuiciados por un tribunal militar creado ex profeso bajo los cargos de genocidio, daños a la economía nacional y abuso del poder para ejecutar acciones militares contra el pueblo rumano. Hallados culpables de todos los cargos, fueron ejecutados el 25 de diciembre de 1989. Rumania fue el único país del bloque del Este donde la transición desde el Estado socialista a uno de mercado implicó la ejecución de los líderes del país.

El número total de muertos debidos a la Revolución Rumana fue de 1104, de los que 162 decesos ocurrieron en las protestas que pusieron punto final al régimen de Nicolae Ceaușescu (protestas ocurridas del 16 al 22 de diciembre de 1989) y las restantes 942 en los disturbios ocurridos antes de la toma del poder por parte de una nueva estructura política, llamada Frente de Salvación Nacional (FSN). La mayoría de las muertes ocurrieron en ciudades como Timişoara, Bucarest, Sibiu y Arad, donde las protestas alcanzaron magnitudes mayores. El número de heridos llegó a 3352, de los que 1107 corresponden al período en que Ceauşescu aún detentaba el poder, y los restantes 2245 corresponden al período posterior a la toma del poder por parte del Frente de Salvación Nacional 


Manifestantes abuchean a Nicolae Ceaușescu durante su discurso de la mañana del 21 de diciembre de 1989, que emitió desde uno de los balcones del edificio del Partido Comunista Rumano

EXPERIENCIA EN CHECOSLOVAQUIA

Para el inicio del descontento popular en Checoslovaquia hay que remontarse al año 1977, fecha en que un grupo de intelectuales, siguiendo la línea del espíritu de la Primavera de Praga, publicaban un manifiesto denominado “Carta 77”, en el que expresaban su disidencia con el régimen establecido.
En 1989, el tiempo de cambios en Europa, las masas de Checoslovaquia sabían sobre la radical transformación del socialismo soviético mediante la perestroika y tuvieron noticias de las caídas de regímenes en países cercanos como Polonia y la RDA a través de la radio extranjera (como Radio Free Europe), pero advertían que la élite política de su país rehusaba aplicar cambios en el mismo sentido. El 17 de noviembre de 1989 en Praga la policía atacó a miles de estudiantes que protestaban contra el régimen comunista. Este suceso provocó el inicio de las manifestaciones masivas. Se creó el Foro Cívico dirigido por el dramaturgo Václav Havel, y dentro del Partido Comunista de Checoslovaquia (PCC) se evidenciaban luchas de poder entre sectores inmovilistas como Gustáv Husák y reformistas como Ladislav Adamec, como consecuencia se crea un clima tenso.
Tras la huelga general del 27 de noviembre de 1989 y la falta del apoyo del aliado soviético, el Partido Comunista de Checoslovaquia abandonó el poder. El hasta entonces valedor de la ortodoxia comunista, Gustáv Husák, dimitía el 10 de diciembre como Presidente de la República. Los acontecimientos se precipitaron y antes de finalizar el año 1989 Václav Havel accedió a la jefatura del Estado y el reformista Alexander Dubček a la presidencia del Parlamento. En junio de 1990 se celebraron elecciones democráticas de las que saldrían vencedores el Foro Cívico y el Foro Público Contra la Violencia, variante eslovaca del primero.
La evolución política y las escisiones posteriores de estos partidos se iban a plasmar durante los años 1991 y 1992, así como un poderoso movimiento nacionalista secesionista que se traduciría en la independencia entre la República Checa y Eslovaquia en el año 1993. Václav Havel se convertiría en el primer presidente de la República Checa y Václav Klaus en primer ministro, mientras que en Eslovaquia sería Vladimir Meciar el nuevo jefe de Estado. En 2004 ambos países ingresaron de forma conjunta en la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).



Manifestantes checos en Praga ante el monumento a San Wenceslao, noviembre 1989

LA EXPERIENCIA DE BULGARIA

Bulgaria también se vio afectada por los acontecimientos del resto de Europa del Este. El 9 de noviembre de 1989, el día en que se produjo la apertura del Muro de Berlín, el Politburó comunista de Bulgaria destituyó a Todor Zhikov, que había sido líder del Partido desde 1961. En su lugar quedó Mladenov, con mayor propensión a llevar a cabo las reformas, no obstante, después de un año el comunismo también era vencido en las urnas.

                                                         

  

SINDICATO SOLIDARIDAD EN POLONIA

SOLIDARIDAD es una federación sindical polaca autónoma e independiente, fundada en septiembre del año 1980 y dirigida por Lech Wałęsa. De raíces cristianas, nació de las luchas obreras y campesinas por la libertad sindical, entendiendo ésta como el poder constituir organizaciones independientes al Partido Obrero Unificado Polaco, que gobernaba el país, y en contra del gobierno de la República Popular de Polonia.1
Esta organización, que acabó convirtiéndose en partido político y su líder, Lech Wałęsa, llegó a la presidencia del gobierno polaco, fue apoyada por los gobiernos conservadores de Estados Unidos (bajo la presidencia de Ronald Reagan) y Gran Bretaña (bajo la presidencia de Margaret Thatcher). La iglesia católica participó activamente en la organización del sindicato en la línea política y social que el mismo defendía; el polaco Karol Wojtyla, conocido como el papa Juan Pablo II desde 1978, tuvo un papel relevante en esos hechos.
La historia de SOLIDARIDAD, como sindicato no gubernamental polaco, comienza en agosto de 1980 en los astilleros de Gdańsk, donde Lech Wałęsa junto a otros obreros fundaron el sindicato clandestino Solidaridad cuya principal demanda era la constitución de sindicatos autónomos del partido y del gobierno (como existían desde mucho atrás en Yugoslavia e intentaron hacer en 1968 en Checoslovaquia, durante la Primavera de Praga). A principios de los años 1980, Solidaridad se convirtió en el primer sindicato independiente en un país del bloque soviético y dio lugar a un movimiento social anticomunista y no violento, que en su mayor auge unió a aproximadamente a 10 millones de miembros y contribuyó enormemente a la caída del comunismo en Europa del este.
El sindicato SOLIDARIDAD se caracterizó por la gran militancia obrera católica y por su tenaz lucha contra el gobierno comunista. La Iglesia católica, encabezada por el papa Juan Pablo II, comprendió a su vez las posibilidades que se abrían para acabar con el gobierno.

Convocado su primer congreso, con tolerancia gubernamental, en que dominaría la agenda sindical el sector pro-católico. Se paralizaron todas las cuencas mineras y se encerraron sus principales dirigentes en las minas de carbón, con miras a llamar la atención sobre el congreso. Antes del fin de 1981 Solidaridad tenía nueve millones de miembros.
El 2 de julio de 1980 el gobierno polaco anunció aumentos masivos de los precios de los productos alimentarios, lo cual provocó un estallido de huelgas. La de los ferroviarios de Lublin, estratégico nudo ferroviario en la ruta a la Unión Soviética, preocupaba especialmente a Breznev que convoca a Gierek interrumpiendo sus vacaciones en Crimea exigiéndole soluciones. El Ministro de Defensa Wojciech Jaruzelski no considera conveniente el empleo del ejército y aconseja dejar pasar el tiempo
El 13 de diciembre de 1981, el Presidente del gobierno, el Mariscal Wojciech Jaruzelski declaró la ley marcial y encarceló a la mayoría de los dirigentes de Solidaridad, que fue prohibido de nuevo el 8 de octubre de 1982.
Levantada formalmente en julio de 1983. Solidaridad persistió solamente como organización clandestina. A finales de los años 80, Solidaridad era suficientemente fuerte para frustrar las tentativas reformistas de Jaruzelski: las huelgas a nivel nacional en 1988 forzaron al Gobierno a negociar con Solidaridad, que dejó de presentarse como sindicato para hacer públicas sus pretensiones como partido político, especialmente de elecciones libres. En un exceso de confianza, estimulado por Gorbachov, que pretendía experimentar con las posibilidades, el gobierno cedió, perdiendo las elecciones.
Lech Wałęsa estuvo un mandato en el gobierno. Aún existe un sindicato que se continúa denominando Solidaridad, que cuenta en la actualidad con 1,5 millones de afiliados

                                                   
                                                      LECH WALESA EN UN DESFILE 
                                                      DEL SINDICATO SOLIDARIDAD
                                                           

miércoles, 11 de marzo de 2015

NUEVO ORDEN MUNDIAL

Dos hechos emblemáticos marcaron el término de la “guerra fría en el año 1989: la caída del muro de Berlín y el desplome de la Unión Soviética. Fueron dos acontecimientos inesperados y espectaculares. El  muro de Berlín no era solamente una enorme pared de concreto levantada en 1961 por el gobierno marxista de la República Democrática Alemana, que partía en dos a una ciudad y que encerraba a diecisiete millones de alemanes, sino también el símbolo de la intransigente hostilidad entre dos sistemas filosófico-políticos. Y el colapso de la Unión Soviética, acompañado de la desintegración del bloque de países marxistas alineados bajo su poder, fue la caída de uno de los grandes imperios que ha conocido la historia.
Estos hechos, que ocurrieron en un lapso extremadamente corto, dieron a luz un nuevo orden político y económico internacional dominado por la superpotencia triunfadora de la guerra fría. La bipolaridad dio paso a la unipolaridad. Se produjeron importantes logros en el campo del desarme nuclear de alcance medio y corto. Terminó la confrontación armada. De las dos grandes alianzas militares contendientes, la una fue desmantelada y la otra hizo una conversión fundamental. Disuelto el Pacto de Varsovia, sus miembros recobraron su plena independencia. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en cambio, hizo un gran viraje. Y ocurrió lo impensable: la alianza atlántica abrió sus puertas para el ingreso de los países que habían formado parte de la alianza enemiga.

Hubo otro hecho importante en el curso de la terminación de la guerra fría: fue la masacre de Tiananmen, con la que se cerró en China un proceso de protestas populares que estalló en Pekín el 15 de abril de 1989. Fueron grandes manifestaciones callejeras —lideradas por estudiantes universitarios y trabajadores— que gritaron a favor de la libertad de expresión y de la implantación de un gobierno democrático en la República Popular de China. Ellas se prolongaron por varias semanas y tuvieron resonancias en numerosas ciudades chinas —incluidas Shanghai, Urumqi y Chongqin—, por cuyas calles y plazas marcharon centenares de miles de manifestantes disconformes con el régimen autoritario impuesto por el Partido Comunista.
EL MUNDO UNIPOLAR.     Con la disipación del conflicto Este-Oeste se puso evidencia la contradicción norte-sur, que va camino de agudizarse bajo el esquema unipolar de poder mundial. Con la desaparición de la amenaza “comunista” la potencia dominante carece hoy de los estímulos que ayer le indujeron a “ayudar” a los países del tercer mundo para que no cayeran en las garras de Moscú. Esto es muy grave. Y, en general, es también inconveniente para el planeta la presencia de una sola superpotencia dominante, que carece de un balance internacional de poder.
El mundo unipolar trajo una primera consecuencia de dimensión planetaria: la poderosa onda expansiva del neoliberalismo, con su Estado desertor, la derechización política de las cúpulas dirigentes, la globalización de las economías, la privatización indiscriminada de los bienes y activos públicos, la llamada “desregulación”, el sometimiento de la economía a las fuerzas del mercado y otras propuestas de esta índole. Con ellas advino una suerte de darwinismo económico que proclama la supervivencia del más apto en muchos lugares del planeta. Han renacido políticas de proteccionismo comercial en los países industriales con graves quebrantos para el mundo subdesarrollado. La agudizada dinámica de la acumulación del poder y de la riqueza causa estragos a la población pobre del planeta y las teorías económicas del “derrame” o del “goteo” en beneficio de los sectores desafortunados no han funcionado, como creían los ilusos o los interesados, ni pueden funcionar. La depresión económica tiene efectos sociales devastadores. La violencia sigue su curso. Se impone la ley del más fuerte. En fin, van en proceso de desvanecimiento las ilusiones que alentó la humanidad a partir de la conclusión de la guerra fría y dan ganas de gritar, al estilo de Madame Roland: ¡muro de Berlín, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!
En la era digital el imperialismo es, en última instancia, el dominio de la ciencia y la tecnología. Se equivocan quienes piensan que el imperialismo es sólo fuerza física. Esa es una percepción reductora. El imperialismo es, sobre todo, manejo de la ciencia y la tecnología con fines de dominación internacional.

CREACIÒN DE LA COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES (CEI)

La Comunidad de Estados Independientes (CEI) es una organización supranacional compuesta por 10 de las 15 exrepúblicas soviéticas. Su creación firmó la disolución de la Unión Soviética y, según Vladímir Putin, su propósito fue el permitir un "divorcio civilizado" entre las repúblicas que conformaban la URSS. Desde la creación de la CEI se han firmado numerosos acuerdos acerca de cooperación económica, defensa y relaciones internacionales y seguridad colectiva entre sus Estados-miembro. Del seno de esta comunidad surgió la alianza político-militar llamada Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva